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Todo Don Juan

1 Nov

Saludos, muchachada de mis 4º de la ESO.

La segunda lectura común obligatoria de esta primera evaluación tiene como protagonista al otro gran mito literario, además del Quijote, de la literatura española… Don Juan Tenorio. Este personaje canalla y calavera, burlador de mujeres y asesino tiene un recorrido tan largo y visible en la cultura española, que trasciende el ámbito literario e incluso nuestras fronteras.

Para leer esta obra teatral de José Zorrilla tenéis disponible aquí la obra en PDF. Además, de cara al examen conviene que le echéis un vistazo a alguna de las diversas guías de lectura que os ayudarán a entender mejor el texto:

Don Juan es el prototipo del burlador o libertino, se trata de un seductor valiente, osado y temerario que no respeta ninguna ley divina o humana. La tradición posterior lo relaciona con la figura de Miguel de Mañara, un pecador arrepentido que se dice que vivió en Sevilla del siglo XVII. En cualquier caso, hay en el teatro ciertos antecedentes del personaje del fanfarrón y seductor y en los romances del tema del «convidado de piedra«, que desprecia a los muertos y acepta temerariamente la invitación de uno de ellos, recibiendo un castigo final por su impiedad.

El personaje se hace visible en 1625 con la publicación de El burlador de Sevilla y el convidado de piedra, una obra teatral atribuida a Tirso de Molina y queda encumbrado 200 años después con el exitoso estreno de Don Juan Tenorio, un drama romántico en dos partes escrito en 1844 por José Zorrilla. Una de las principales diferencias entre ambas obras es el final, pues en un caso Don Juan es condenado por sus pecados, pues Tirso de Molina era un fraile que escribía en el Barroco, y en el otro es salvado por el amor de Doña Inés. Curiosamente algunos personajes coinciden en las dos obras (Don Juan y Don Gonzalo de Ulloa), pero no así la principal víctima de la seducción del libertino, que en el caso de la obra de Tirso se llama Doña Ana de Ulloa y en el de Zorrilla es Doña Inés. Cambia también el nombre del criado de Don Juan que pasa de ser Catalinón en la obra barroca a Ciutti en la romántica. Asimismo se aprecia variación de espacios, pues en la obra de Tirso la acción comienza en Nápoles y finaliza en Sevilla, pasando por las costas de Tarragona; sin embargo la de Zorrilla transcurre íntegramente en Sevilla y alrededores (Lebrija…). Además el autor romántico es mucho más atrevido y su Don Juan tiene la osadía de profanar y convento para seducir a la novicia Doña Inés, algo que en el Don Juan de Tirso no ocurre, pues en su época se consideraba una impiedad absoluta. Si queréis consultar una comparativa más detallada entre ambas obras podéis acceder AQUÍ.

Menos conocido que las dos obras anteriormente mencionadas, entre la publicación de ambas el dramaturgo Antonio de Zamora estrenó un drama teatral a comienzos del Neoclasicismo en el que recuperaba el personaje de Don Juan, con el título «No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague» (1713). De hecho a partir de mediados del s. XIX en España se convirtió en una tradición representar la obra de Antonio de Zamora y después la de Zorrilla en todas las festividades de Todos los Santos (1 de noviembre), lo que actualmente se mantiene solo con la de Zorrilla.

Las obras basadas en este personaje son múltiples y el mito de Don Juan se difundió por Europa con rapidez en los siglos XVII y XVIII. Buen ejemplo de ello son Don Juan o el festín de Pierre (1665) del dramaturgo francés Molière; la ópera Don Giovanni (1787) con música de Mozart y libreto del italiano Lorenzo da Ponte y el poema Don Juan (1819-1824) del inglés Lord Byron, que quedó incompleto por su muerte. Además, aunque no con este nombre, su influencia se observa claramente en dos de las novelas sentimentales europeas, curiosamente ambas son epistolares, más importantes: Clarisa Harlowe del inglés Samuel Richardson (1747-1748) en la que aparece un personaje libertino llamado Lovelace y Las amistades peligrosas (1782) del francés Choderlos de Laclos en la que puede apreciarse en el personaje del libertino vizconde Valmont.

Ya en el siglo XX la huella del personaje de Don Juan se extiende en múltiples autores como Azorín, Torrente Ballester, Ortega y Gasset, Ramiro de Maeztu, Gregorio Marañón, que estudian el carácter y los rasgos de personalidad del seductor sevillano.

Ahora que sabéis un poco más sobre este legendario personaje literario y que os habéis leído la obra de Tirso, la de Zorrilla o algunos de vosotros incluso ambas, es el momento de que veáis la versión que Estudio 1 emitió en TVE en 1966 protagonizada por Paco Rabal (Don Juan) y Concha Velasco (Doña Inés).

Aquí lo tenéis con más calidad:

https://www.rtve.es/play/videos/estudio-1/estudio-1-don-juan-tenorio/1449057/

Quevedo: río y pedo

11 Jun

Buenas muchachada,

he aquí una par de muestras de la poesía satírica de Quevedo.

El primero es un poema dedicado al río Manzanares, hazmerreír de cuantos literatos han pasado por Madrid por su escaso caudal y ridículo cauce. El segundo es una exhibición de escatología con verdadero estilo, aunque a veces pueda resultar algo facilón o infantil, resulta un verdadero ejercicio de ingenio. En definitiva, un poema que para nada es una mierda (con perdón).

MANZANARES

Manzanares, Manzanares,
arroyo aprendiz de río,
platicante del Jarama,
buena pesca de maridos;
tú que gozas, tú que ves,
en verano y en estío,
las viejas en cueros muertos,
las mozas en cueros vivos;
así derretidas canas
de las chollas de los riscos,
remozándose los puertos,
den a tu flaqueza pistos.

Pues conoces mi secreto,
que me digas, como amigo,
qué género de Sirenas
corta tus lazos de vidrio.

Muy ético de corriente,
muy angosto y muy roído,
con dos charcos por muletas,
en pie se levantó y dijo:
«Tiéneme del Sol la llama
tan chupado y tan sorbido,
que se me mueren de sed
las ranas y los mosquitos.
Yo soy el río avariento
que, en estos infiernos frito,
una gota de agua sola,
para remojarme pido.
Estos, pues, andrajos de agua
que en las arenas mendigo,
a poder de candelillas,
con trabajo los orino.
Hácenme de sus pecados
confesor, y en este sitio
las pantorrillas malparen;
cuerpos se acusan postizos.
Entre mentiras de corcho
y embelecos de vestidos,
la mujer casi se queda
a las orillas en lío».

________________________________________

POEMA AL PEDO

Alguien me preguntó un día
¿Qué es un pedo?
y yo le contesté muy quedo:
el pedo es un pedo,
con cuerpo de aire y corazón de viento
el pedo es como un alma en pena
que a veces sopla, que a veces truena
es como el agua que se desliza
con mucha fuerza, con mucha prisa.

El pedo es como la nube que va volando
y por donde pasa va fumigando,
el pedo es vida, el pedo es muerte
y tiene algo que nos divierte;
el pedo gime, el pedo llora
el pedo es aire, el pedo es ruido
y a veces sale por un descuido
el pedo es fuerte, es imponente
pues se los tira toda la gente.

En este mundo un pedo es vida
porque hasta el Papa bien se lo tira
hay pedos cultos e ignorantes
los hay adultos, también infantes,
hay pedos gordos, hay pedos flacos,
según el diámetro de los tacos
hay pedos tristes, los hay risueños
según el gusto que tiene el dueño.
Si un día algún pedo toca tu puerta
no se la cierres, déjala abierta
deja que sople, deja que gire
a ver si hay alguien que lo respire.
También los pedos son educados
pues se los tiran los licenciados,
el pedo tiene algo monstruoso
pues si lo aguantas te lleva al pozo
este poema se ha terminado
con tanto pedo que me he tirado.

Quevedo vs Góngora

10 Jun

Estudiantes de 3º de la ESO.

Hemos seguido con interés los combates literarios entre Quevedo y Góngora. Sabido es que no se soportaban y que su rivalidad iba más allá de lo poético, llegando hasta lo personal. Quizá os interese saber cómo acabó la historia entre ambos.

Góngora era 19 años mayor que Quevedo, por lo que pertenecía a una generación anterior. En este sentido parece explicarse la rivalidad de Quevedo hacia él más allá de sus distintas ideas sobre la poesía, en un empeño por diferenciarse y romper con un poeta brillante y de mayor edad.

Lo cierto es que ambos coincidieron por primera vez en Valladolid. La Corte se había establecido en esta ciudad siguiendo al rey Felipe III. Esto hizo que muchos personajes del mundo de la cultura y las artes se mudaran allí en busca del favor del monarca y sus colaboradores. Dos de estas ilustres personalidades fueron el cordobés Don Luis de Góngora y Don Francisco de Quevedo, que vieron por las calles de esta ciudad como comenzaba una de las rivalidades mas sonadas de la historia.

Quevedo llegó a la ciudad para estudiar en la Universidad de Valladolid; tenía apenas 20 años y  su fama comenzó a crecer como escritor y «poeta» de la corte. También comenzó a tener cierta relevancia en la vida política. Poco tiempo después, en 1603, Don Luis de Góngora, que había sobrepasado los 40 años de edad, se trasladó a Valladolid siguiendo a la Corte en busca de mejor fortuna. Seguramente fue allí donde se conocieron personalmente.

En la capital castellana y en forma de hojas sueltas y copias manuscritas circularon los primeros poemas de Quevedo, que imitaban o parodiaban los de Luis de Góngora. El motivo eran los celos profesionales, ya que pretendía la fama que Góngora ya tenía. Comenzó así un intercambio de letrillas y poemas satíricos, que buscaban ridiculizar al rival. Si uno escribía unos versos, el otro respondía aún con más saña que el anterior, y así letrilla tras letrilla dejaron un gran legado de poesía satírica y burlesca forjada en el insulto y el desagravio mutuo, convirtiéndose en enemigos íntimos y necesitándose en uno al otro para crear los mejores versos.

La vuelta de la Corte a Madrid, hace que Quevedo se mude a esta ciudad en 1606 y que resida allí hasta 1611 entregado a las letras. Años después de abandonar Valladolid, concretamente en 1610, Góngora decide dar un giro a su obra poética. Así abandona los poemas de metro corto y carácter satírico-burlesco y desarrolla el culteranismo en poemas mayores que ocasionaron una gran convulsión en el mundo de la cultura y un considerable escándalo debido a la gran oscuridad y difícil comprensión de su poesía. El caso es que su figura se revistió de aún mayor prestigio, hasta el punto de que Felipe III le nombró capellán real en 1617. Para desempeñar tal cargo, vivió en la Corte hasta 1626, arruinándose para conseguir cargos y prebendas a casi todos sus familiares; al año siguiente, en 1627, perdida la memoria, marchó a Córdoba, donde murió de una apoplejía en medio de una extrema pobreza.

Quevedo le sobreviviría 18 años, pero su fortuna a la hora de medrar en la Corte y obtener cargos y honores no fue mucho mayor. Hacia 1610 estrecha una gran amistad con el Duque de Osuna, al que acompañará como secretario a Italia en 1613, desempeñando diversas comisiones para él que le llevaron a Niza, Venecia y finalmente de vuelta a Madrid, donde se integrará en el entorno del Duque de Lerma, siempre con el propósito de
conseguir que su amigo el Duque de Osuna fuera nombrado virrey de Nápoles, lo que logrará en 1616. Durante unos años acompaña al Duque en su cargo, pero su protector cae en desgracia y en 1620 es desterrado. La llegada al trono de Felipe IV, alimenta las esperanzas de Quevedo, que viaja con el monarca y llega a ser nombrado secretario del rey. Sin embargo en 1639 su enfrentamiento con el valido del rey, el Conde-Duque de Olivares llega al punto máximo al escribir unas letrillas que denuncia la forma de ejercer el cargo del valido. El resultado es un destierro inmediato, la confiscación de sus bienes y un alejamiento definitivo de la Corte que le llevará a buscar refugio en Loeches (Madrid) y finalmente a dos pueblos manchegos: la Torre de de Juan Abad y Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), donde fallece en 1645.

Un buen ejemplo de a qué extremo llegó el odio entre ambos personajes es que ambos intentaron hundirse mutuamente en sus vidas privadas: así Quevedo compró la casa (situada en el barrio de las Letras de Madrid) donde vivía arruinado Góngora para  darse el gustazo de echarlo a la calle, lo que ocurrió hacia 1620.

Pero la inquina no acabó ni incluso después de la muerte de Góngora en 1627, pues Quevedo dejó en los siguientes versos constancia de la rivalidad que había ido forjándose con los años de odio.

Este que, en negra tumba, rodeado
de luces, yace muerto y condenado,
vendió el alma y el cuerpo por dinero,
y aun muerto es garitero;
y allí donde le veis, está sin muelas,
pidiendo que le saquen de las velas.
 
Ordenado de quínolas estaba,
pues desde prima a nona las rezaba;
sacerdote de Venus y de Baco,
caca en los versos y en garito Caco.
La sotana traía
por sota, más que no por clerecía.
 
Hombre en quien la limpieza fue tan poca
(no tocando a su cepa),
que nunca, que yo sepa,
se le cayó la mierda de la boca.
Éste a la jerigonza quitó el nombre,
pues después que escribió cíclopemente,
la llama jerigóngora la gente.
Clérigo, al fin, de devoción tan brava,
que, en lugar de rezar, brujuleaba;
tan hecho a tablajero el mentecato,
que hasta su salvación metió a barato.
 
Vivió en la ley del juego,
y murió en la del naipe, loco y ciego;
y porque su talento conociesen,
en lugar de mandar que se dijesen
por él misas rezadas,
mandó que le dijesen las trocadas.
Y si estuviera en penas, imagino,
de su tahúr infame desatino,
si se lo preguntaran,
que deseara más que le sacaran,
cargado de tizones y cadenas,
del naipe, que de penas.
Fuese con Satanás, culto y pelado:
¡mirad si Satanás es desdichado!

De Quevedo a Góngora

9 Jun

Saludos, muchachada de 3º de la ESO.

Como hemos comentado en clase, los dos poetas más importantes del Siglo de Oro son Quevedo y Góngora. Ambos lideraron dos corrientes poéticas (Conceptismo y Culteranismo, respectivamente) menos antagónicas de lo que podrían parecer.

Pero también han pasado a la historia por la famosa enemistad que les enfrentaba, convirtiéndoles en rivales y enemigos en el plano literario y personal. En su ataque al otro, si hay algo que dominan es el arte de insultar.  Inteligentes, brillantes, con un dominio apabullante de la lengua , tenían ambos  un carácter hosco y desagradable que les llevó  a protagonizar una de las disputas poéticas más duras y famosas de la historia de la Literatura.

Así, mediante poesías cada uno se dedicaba a atacar al otro. Comencemos por Quevedo, un maestro en el ingenio a la hora de insultar y burlarse. En el siguiente poema, Quevedo se ríe de Góngora y nos enseña cómo, siguiendo sus instrucciones, podemos acabar escribiendo como Góngora en un solo día:

Aguja de navegar cultos con la receta para hacer “Soledades” en un día, y es probada.

Quien quisiere ser Góngora en un día
la jeri (aprenderá) gonza siguiente:
fulgores, arrogar, joven, presiente,
candor, construye, métrica, armonía;
poco, mucho, si, no, purpuracía,
neutralidad, conculca, erige, mente,
pulsa, ostenta, librar, adolescente,
señas, traslada, pira, frustra, harpía.
Cede, impide, cisuras, petulante,
palestra, liba, meta, argento, alterna,
si bien, disuelve, émulo, canoro.
Use mucho de líquido y de errante,
su poco de nocturno y de caverna,
anden listos livor, adunco y poro;
que ya toda Castilla con sola esta cartilla
se abrasa de poetas babilones,
escribiendo sonetos confusiones;
y en la Mancha pastores y gañanes,
atestadas de ajos las barrigas,
hacen ya soledades como migas.
 

Por otro lado, hay que destacar que Quevedo era antisemita (lo que significa que odiaba a los judíos) y siempre acusaba a Góngora de ser de origen judío por su enorme nariz, un rasgo físico que solía atribuirse a personas de esta etnia y religión.

Yo te untaré mis obras con tocino
porque no me las muerdas, Gongorilla,
perro de los ingenios de Castilla,
docto en pullas, cual mozo de camino;
apenas hombre, sacerdote indino,
que aprendiste sin cristus la cartilla;
chocarrero de Córdoba y Sevilla,
y en la Corte bufón a lo divino.
¿Por qué censuras tú la lengua griega
siendo sólo rabí de la judía,
cosa que tu nariz aun no lo niega?
No escribas versos más, por vida mía;
aunque aquesto de escribas se te pega,
por tener de sayón la rebeldía.
 

El incansable Quevedo prosigue con sus burlas contra el estilo culterano. Ahora se ríe de los cultismos léxicos  y de los neologismos o palabras nuevas que inventa Góngora en su búsqueda de la dificultad y la belleza. Recordad que el cultismo léxico es un préstamo de una lengua culta, en nuestro caso del latín o del griego, que durante un periodo más o menos largo funciona como neologismo.

¿Qué captas, noturnal, en tus canciones,
Góngora bobo, con crepusculallas,
si cuando anhelas más garcivolallas,
las reptilizas más y subterpones?
Microcósmote Dios de inquiridiones,
y quieres te investiguen por medallas
como priscos, estigmas o antiguallas,
por desitinerar vates tirones.
Tu forasteridad es tan eximia,
que te ha de detractar el que te rumia,
pues ructas viscerable cacoquimia,
farmacofolorando como numia,
si estomacabundancia das tan nimia,
metamorfoseando el arcadumia.
  

Y no podíamos culminar esta entrada sin recordar el famosísimo soneto A una nariz, dedicado, cómo no, a su archienemigo Góngora, al que, como he dicho antes, acusaba de ser judío.

A una nariz

Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce Tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito

En el siguiente poema, Quevedo vuelve a atizar a Góngora centrando sus ataques en dos de las características de la vida que llevaba su rival: su religiosidad y sus problemas con el juego. Precisamente, con los «tantos» se refiere a los puntos que haces jugando a las cartas, y es que Góngora era un apasionado de la baraja española, pero en aquella época era un mal vicio relacionado con ladrones y gente de mal vivir, donde una persona decente podía llegar a perder mucho dinero.

Tantos años, y tantos todo el día,
menos hombre, más Dios, Góngora hermano.
No altar, garito sí; poco cristiano,
mucho tahúr, no clérigo, sí arpía.

Alzar, no a Dios: extraña clerecía.
Misal apenas, naipe cotidiano;
sacar lengua y barato, viejo y vano,
son sus misas, no templo y sacristía.
Los que güelen tu musa y tus emplastos,
cuando en canas y arrugas te amortajas,
tal epitafio dan a tu locura:

«Yace aquí el capellán del rey de bastos,
que en Córdoba nació, murió en Barajas
y en las Pintas le dieron sepultura.

Por último, un poema más cuyo título deja clara la intención de Quevedo al escribirlo. El maestro del Conceptismo se burla aquí, muy crudamente, de la forma de escribir de Góngora que utiliza términos muy rebuscados para decir cosas muy sencillas y muestra en este poema cómo Góngora hablaría del “culo”, con perdón:

Contra Don Luis de Góngora
 
Este cíclope, no siciliano,
del microcosmo sí, orbe postrero;
esta antípoda faz, cuyo hemisferio
zona divide en término italiano;
este círculo vivo en todo plano;
este que, siendo solamente cero,
le multiplica y parte por entero
todo buen abaquista veneciano;
el minoculo sí, mas ciego vulto;
el resquicio barbado de melenas;
esta cima del vicio y del insulto;
éste, en quien hoy los pedos son sirenas,
éste es el culo, en Góngora y en culto,
que un bujarrón le conociera apenas.

De Góngora a Quevedo

8 Jun

Saludos, muchachada de 3º de la ESO.

Como hemos comentado en clase, los dos poetas más importantes del Siglo de Oro son Quevedo y Góngora. Ambos lideraron dos corrientes poéticas (Conceptismo y Culteranismo, respectivamente) menos antagónicas de lo que podrían parecer.

Pero también han pasado a la historia por la famosa enemistad que les enfrentaba, convirtiéndoles en rivales y enemigos en el plano literario y personal. En su ataque al otro si hay algo que dominan, es el arte de insultar. Inteligentes, brillantes, con un dominio apabullante de la lengua , tenían ambos  un carácter hosco y desagradable que les llevó  a protagonizar una de las disputas poéticas más duras y famosas de la historia de la Literatura.

Para abrir boca, unos versillos del poeta cordobés en el que, sin mencionarlo explícitamente, se refiere a su archienemigo Quevedo argumentando que como es un mal poeta, se mete con él para medrar y conseguir una fama que no merece. 

Musa que sopla y no inspira
y sabe que es lo traidor
poner los dedos mejor
en mi bolsa que en su lira,
no es de Apolo, que es mentira.

Habla ahora don Luis de Góngora. Si Quevedo se reía de la nariz del poeta culterano, Góngora se burla en la siguiente poesía de los pies zambos de Quevedo, que hacían que anduviera cojeando, y de sus gafas, los famosos “quevedos”:

Anacreonte español, no hay quien os tope,
Que no diga con mucha cortesía,
Que ya que vuestros pies son de elegía,
Que vuestras suavidades son de arrope.
¿No imitaréis al terenciano Lope,
Que al de Belerofonte cada día
Sobre zuecos de cómica poesía
Se calza espuelas, y le da un galope?
Con cuidado especial vuestros antojos
Dicen que quieren traducir al griego,
No habiéndolo mirado vuestros ojos.
Prestádselos un rato a mi ojo ciego,
Porque a luz saque ciertos versos flojos,
Y entenderéis cualquier gregüesco luego.
 

Pero la inquina de don Luis no fue sólo hacia Quevedo, también sus ataques se dirigieron al escritor más exitoso del momento: Lope de Vega. De hecho Góngora difundió una breve letrilla en la que acusa a ambos poetas de borrachos planteando un juego de palabras con sus apellidos:

Hoy hacen amistad nueva,
más por Baco que por febo,
don Francisco de Quebebo
y don Félix Lope de Beba.

Y ahora un último poema atribuido a Góngora que tiene un destinatario claro.

A don Francisco de Quevedo

Cierto poeta, en forma peregrina
cuanto devota, se metió a romero,
con quien pudiera bien todo barbero
lavar la más llagada disciplina.
Era su benditísima esclavina,
en cuanto suya, de un hermoso cuero,
su báculo timón del más zorrero
bajel, que desde el Faro de Cecina
a Brindis, sin hacer agua, navega.
Este sin landre claudicante Roque,
de una venera justamente vano,
que en oro engasta, santa insignia,
aloque, a San Trago camina, donde llega:
que tanto anda el cojo como el sano.

Quijote Spanglish, rap e interactivo

7 Jun

QUIJOTE «SPANGLISH»

El filólogo mexicano Ilan Stavans reescribe ‘El Quijote’ en ‘spanglish’

El doctor lo considera «un desafío» a los puristas y un «acto de legitimación» del dialecto

El polémico filólogo mexicano residente en Estados Unidos Ilan Stavans, convencido de que «la pureza de la lengua es una abstracción» y de que «sólo las lenguas muertas no cambian», ha comenzado la primera traducción de El Quijote al spanglish, la jerga que mezcla español e inglés y que hablan buena parte de los hispanoamericanos que viven en Estados Unidos y Puerto Rico. A partir de ahora, la novela más conocida de Cervantes también puede empezar así: «In un placete de la Mancha of which nombre no quiero remembrearme…» Stavans, catedrático de Filología y Estudios Culturales en el Amherst College de Massachusetts, donde creó hace dos años la primera cátedra de spanglish, sostiene que utilizan este dialecto, salpicado de anglicismos y de palabras adaptadas en forma sui generis directamente del inglés, más de 25 millones de personas a ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos. Stavans es todo un pionero en el estudio de este dialecto y ya publicó hace un año y medio el primer diccionario de spanglish con más de 6.000 voces. Ha explicado al diario La Razón, que este trabajo es «un desafío a los puristas y un acto de legitimación de un dialecto que va camino de convertirse en un nuevo idioma». Aunque el spanglish no es un idioma, «está en un momento interesante», según Stavans, al volverse común el uso de algunas palabras que, al pasar de la oralidad a la literatura, plantean una ortografía y un orden sintáctico. «La espontaneidad ha empezado a dar paso a una convención», asegura el investigador. «Algo parecido al jazz» «Somos testigos y partícipes de la creación de una nueva cultura que es una realidad y no puede ser ninguneada», afirma el doctor en Letras Hispánicas por la Universidad de Columbia. Pero Stavans tiene otros argumentos en su defensa del spanglish. Por ejemplo: «Si más de 35 millones de hispanohablantes que viven en EE UU, la única comunidad de emigrantes con dos canales de televisión y cientos de emisoras de radio, deciden usar ‘rufa’ (del inglés roof) en lugar de techo, ¿es quijotesco tratar de convencerlos de lo contrario? La lengua es como un río y hay que navegar por él en lugar de mirar desde la orilla». A este filólogo le gusta soñar con el spanglish convertido en un idioma muy imaginativo y alegre, «algo parecido al jazz», algo con lo que no está de acuerdo el director de la Real Academia Española (RAE), Víctor García de la Concha. En un cursos de la Universidad Complutense de El Escorial, señaló: «De lo que estoy absolutamente seguro es de que eso que se llama ‘spanglish’ no es una lengua». A su juicio, «afirmar que lo es, lingüísticamente, es una falsedad». Para el director de la RAE, el español que se habla en Estados Unidos es un típico caso de lengua en contacto. «Lo que se está produciendo es la alternancia de códigos, que consiste en que un hispano que no domina el inglés está utilizando un esquema sintáctico del español con palabras inglesas».

_____________________________________________ Primeros párrafos de “El Quijote” (Spanglish – Castellano)

In un placete de La Mancha of which nombre no quiero remembrearme, vivía, not so long ago, uno de esos gentlemen who always tienen una lanza in the rack, una buckler antigua, a skinny caballo y un grayhound para el chase. A cazuela with más beef than mutón, carne choppeada para la dinner, un omelet pa los sábados, lentil pa los viernes, y algún pigeon como delicacy especial pa los domingos, consumían tres cuarers de su income. El resto lo employaba en una coat de broadcloth y en soketes de velvetín pa los holidays, with sus slippers pa combinar, while los otros días de la semana él cut a figura de los más finos cloths. Livin with él eran una housekeeper en sus forties, una sobrina not yet twenty y un ladino del field y la marketa que le saddleaba el caballo al gentleman y wieldeaba un hookete pa podear. El gentleman andaba por allí por los fifty. Era de complexión robusta pero un poco fresco en los bones y una cara leaneada y gaunteada. La gente sabía that él era un early riser y que gustaba mucho huntear. La gente say que su apellido was Quijada or Quesada but acordando with las muchas conjecturas se entiende que era really Quejada. But all this no tiene mucha importancia pa nuestro cuento, providiendo que al cuentarlo no nos separemos pa nada de las verdá. ****************************************************************************** En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las trespartes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entre semana se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada, o Quesada,que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben; aunque, por conjeturas verosímiles, se deja entender que se llamaba Quejana. Pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad. _________________________________________________________________________________________________

QUIJOTE RAP

En 2005 se celebró el IV aniversario de la publicación de la primera parte de El Quijote. Con este motivo, un grupo de artistas urbanos creó el espectáculo Quijote hip hop, con el que rendían su particular homenaje al clásico de cervantes. Fue una sesión de poesía urbana combinada con música (La Excepción, Zenit, Artes y Korazón Crudo, con Frank T al mando), graffiti (Suso33), breakdance (Dani Pannullo), proyecciones de vídeo y un DJ (Zeta). Además tuvo lugar en un marco incomparable: la fachada y las escalinatas de la Biblioteca Nacional. Allí se estrenó gratuitamente el 17 de junio de 2005 para cientos de personas que se congregaban a las puertas del edificio. Podéis acceder a la noticia completa AQUÍ. Para recordar este acontecimiento, proponemos un ejercicio diferente. Completad la letra de la canción (accesible aquí en formato Word) con este vídeo del inicio del espectáculo (si tenéis interés podéis encontrar el resto en Youtube) Si os ha gustado, podemos profundizar en la estructura de las rimas y el contenido de las referencias a la novela que hace la canción, para así conocer mejor la obra literaria. _________________________________________________________________________________________________

QUIJOTE INTERACTIVO

La Biblioteca Nacional dispone en su página web de una edición original del Quijote que puede leerse de forma interactiva. Es una forma bastante curiosa de conocer el libro y ver cómo estaba impreso cuando apareció, allá por 1605. Podéis acceder a ella AQUÍ.

Corrales de comedias

4 Jun

Hola, muchachada de 3º de la ESO.

Por cuestiones de tiempo, no hemos podido ver en clase los corrales de comedias, el espacio donde se representaba el teatro popular del Siglo de Oro. Para que conozcáis el lugar, la estructura y condiciones de las representaciones teatrales en el Barroco podéis ver los siguientes vídeos:

Breve historia del soneto

3 Jun

Buenas muchachada estudiantina,

Varias veces en clase de Lengua habréis oído hablar del SONETO, quizá la estrofa más conocida, junto al romance, de la poesía en español.

Su historia en nuestra lengua comienza en el siglo XV cuando el marqués de Santillana escribe sus Sonetos fechos al itálico modo. A pesar de los 42 intentos que hizo, la cosa no le quedó muy redonda y hubo que esperar 100 años hasta que el soneto triunfara en nuestra poesía.

En Granada, convencidos por Andrea Navagero, el embajador veneciano, y gracias a sus conocimientos de la literatura italiana, Juan Boscán y Garcilaso de la Vega se pusieron con más garantías a tratar de adaptar la estrofa a la lengua española. Sólo el toledano Garcilaso pasaría con letras mayúsculas a la historia de la Literatura. Este fue su primer soneto.

Desde el siglo XVI se escriben sonetos con asiduidad en España. También en el  Barroco. Precisamente a Lope de Vega le resultaba bastante fácil. Se conservan 1700 solo de Lope, aunque seguramente escribiera mucho más. Cuenta la leyenda, que algunos como éste era capaz de componerlos en un instante.

En el Neoclasicismo (s. XVIII) y en el Romanticismo (XIX) el uso de esta conocida estrofa decayó, pero se recuperó y renovó en el Modernismo (finales del XIX). Hoy día se siguen escribendo sonetos. Un poeta importante es Rafael Morales, que dedicó un soneto a un cubo de basura, titulado «Cántico doloroso». También el cantante Joaquín Sabina es un importante sonetista. Incluso recientemente Jorge Drexler ha escrito un soneto para la canción principal de la banda sonora de la película «Lope». Se titula «Que el soneto nos tome por sorpresa».

Y de postre, os dejo un cuestionario en forma de test sobre el soneto que incluye apartados como historia, estructura, variantes y temática. Podéis acceder a él AQUÍ, veréis como aún se pueden aprender muchas cosas sobre esta famosísima estrofa poética.

Teatro barroco, pueblos y SGAE

2 Jun

Hola muchachada,

tal y como comenté en clase a cuenta del teatro barroco, aquí os dejo la noticia de las reclamaciones de la SGAE al pueblo de Zalamea de la Serena (Badajoz) por representar la obra «El alcalde de Zalamea», de Calderón de la Barca.

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Zalamea/planta/cara/SGAE/elpepucul/20090813elpepucul_2/Tes

Lo mismo ocurrió con el pueblo de Fuente Obejuna (Córdoba), con la obra del mismo nombre de Lope de Vega

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/08/14/andalucia/1250231780.html

…Y otro caso más en Olmedo (Valladolid) con la obra de El caballero de Olmedo y el festival de teatro clásico que organizan

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/08/15/castillayleon/1250325420.html

Leed las tres noticias con atención porque no tienen desperdicio; haceos estas preguntas:

¿Es ético cobrar por representar obras de teatro escritas hace casi 400 años? ¿A quién va ese dinero? ¿A los herederos de Lope o Calderón?

¿Y si habláramos en verso?

29 Jul

Buenas, muchachada.

Una de las dificultades que tenemos para entender el teatro en verso (desde el Siglo de Oro hasta el Romanticismo), es el hecho de que en nuestros oídos del siglo XXI nos resulta poco natural esta forma de hablar. Pero si hacemos oído y escuchamos bien, veremos que los diálogos rimados suenan bonitos, que están llenos de ritmo e ingenio y que además no limitan las posibilidades de comunicación.

Prueba de ello es este «sketch» de la serie Cámara café. Muy atentos, porque los personajes que pueblan esta oficina comenzarán a hablar en verso por culpa del café caducado que toman en la máquina.